jueves, 28 de diciembre de 2006

"Llenarse el alma de estrellas": Adelanto de la antología del Taller de Literatura de Cristián Basso Benelli



El 2007 comenzará para los escritores y poetas del Taller de Literatura Creativa "Ecos Emergentes", que dirige Cristián Basso Benelli, con una noticia merecida: el lanzamiento de la antología de poesía y narrativa. El título responde a una paráfrasis de un parlamento de uno de los personajes de la obra de teatro La Negra Ester, y considera una selección de textos literarios escritos durante 2006 por las alumnas y alumnos del taller, compuesto por 17 integrantes del Centro Adulto Mayor de la Municipalidad de Santiago, cuya trayectoria suma ya un año y medio.


Foto: Nadine Alemán.

La portada del libro estará a cargo del fotógrafo y artista visual Walter Galleguillos, chileno radicado en Barcelona, que preparó esta imagen para difundir la obra de los autores, principalmente mujeres jefas de hogar que, ya en su edad madura, se atrevieron a abrir el corazón y fijar en la escritura sus sentimientos, emociones, percepciones, etc.

ADELANTO ANTOLOGÍA DE POESÍA Y NARRATIVA
TALLER DE LITERATURA ECOS EMERGENTES

Llenarse el alma de estrellas
antología de poesía y narrativa
Cristián Basso Benelli, compilador.
Walter Galleguillos, diseñador de portada.
Cuando iniciamos las sesiones del Taller Literario Ecos Emergentes (extrañeza de nombre que respondió más bien a las voces con las que un escritor suele contar), en la primavera de 2005, bajo la permanente mirada y apoyo del Centro Adulto Mayor de la Ilustre Municipalidad de Santiago, acogidos en una tradicional arquitectura rodeada de verde y viento, más que pensar lo venidero nos dedicamos a “ver” lo que existía en cada inquietud escritural. Las primeras integrantes –siempre en su mayoría mujeres y “dueñas de casa”- llegaron con la timidez propia del escritor lúdico que empieza a tomar conciencia de su discurso en un proceso que va desde el autodescubrimiento hasta la afirmación de sus propias dotes expresivas, cuyas manifestaciones literarias alumbraron en cuadernos de infancia y juventud en el pasado, en el silencio obligado de la rutina o la timidez, o bien en la desesperanza hasta que se nos dio esto “del encontrarnos”. Algunas de ellas ya pertenecían a otros talleres y contaban con más de alguna edición; otras, motivadas por la lectura personal quisieron conocer más obras, acercarse a otras voces, pero lo maravilloso fue que derivaron también a la escritura. Más tarde, las palabras que fueron en algún momento de sus vidas esquivas, se hicieron urgentes, se convirtieron en textos de concentrada armonía y hubo que diseñar caminos cada vez más claros, cada vez más exigentes.

La invitación, entonces, fue a escribir desde la experiencia –muy rica por lo demás- que cada uno/a había entretejido para sí y los suyos; generar un “locus amoenus” (lugar ameno) donde la verdad fuera la primera premisa del nacimiento artístico-literario. Surgieron desafíos por escribir sobre temas polémicos surgidos de lo inmediato y lo mediato; ante los cuales me llamaron poderosamente la atención sus capacidades y formas de escribir. Escribieron acerca del amor, el dolor, la pérdida, los celos, los placeres culpables, el erotismo, personajes públicos, usos y costumbres campesinos, la infancia, los secretos de familia, etc. La riqueza fue tan grande que más de alguna tuvo que comenzar su proyecto de redacción de sus memorias o trazar capítulo a capítulo su autobiografía, en una clara necesidad de fijar el tiempo que se creía olvidado, que regresaba tan vívido que a veces hasta la ficción era más pobre. Me impresionaron sus posiciones de apertura frente a temas de controversia, su manejo y análisis de la actualidad, su compromiso con los jóvenes y los discriminados, su inmenso amor a la vida, su alegría cotidiana, su convocatoria a ser y existir mediante la palabra, su solidaridad, su autocrítica, pero más aún su comprensión de los ciclos de la vida y de la muerte.
(EXTRACTO DEL PRÓLOGO ESCRITO POR C.B.B.)
MARÍA ARAVENA MARÍA ANTONIETA ÁVILA ELIANA CASTILLO LUZ MARÍA BÓRQUEZ MARGARITA BRIONES ORIELE CARRASCO IRMA CORNEJO
DALIA FLORES CRISTINA GUERRA LUISA HERRERA TERESA ILLANES BERNAL
MARTA ALICIA MARTÍNEZ KATIUSHKA NIEMTSCHICK MAGDA PORRAS
ELIZABETH SALAZAR RUPERTO VIDAL LILA ZAMUDIO
Selección
DEMENCIA
María Aravena

Vete, ¡Oh, noche ácida!,
me asfixia tu apretada oscuridad;
silencias los miedos míos.
Cadenas de fantasmas burlan mi soledad.
Cortejos de risas vociferan mi nombre.

Encrucijada de ramas secas
no me dejan avanzar.
Un ángel luminoso llora compasión,
pero celosa la capa negra lo rechaza
- grito para aceptarlo –

En una red nuevamente,
aprisiona mi cuerpo y la mente no escucha.
FANTASÍA
(EXTRACTO)
Margarita Briones
Eduardo, desde muy chico, se interesó por la Monarquía de Inglaterra. Ya mayor, en su mente desarrolló una fantasía: que él en otra vida había sido un hijo bastardo de un rey. No le interesó de cuál, sólo supo que por sus venas corría sangre azul. Se lo creyó y lo hizo saber.

Se casó pensando tener descendientes. Desde el día que su mujer le comunicó que sería padre, Eduardo no dejó de pensar en su primogénito, ya que daba por hecho que sería varón. Escogió el nombre del niño: Lord Eduardo.

La espera lo tuvo en un estado de inquietud profunda. Su angustia creció día a día pensando que existía la posibilidad de fuese mujer porque no se identificó nunca con una mujer como reina. Para su alegría nació un varón. Complacido, lo miró y en su imaginación lo vio con una corona sobre su cabeza. “¡Sí, es un rey!”, exclamó.