(Portada de Félix Vega y prólogo de Samir Nazal. Editorial Tiempo Nuevo, Santiago, 1994)
ABRIENDO EL HIGO
Abrí la carne del higo;
una espesa noche
me sucumbió de sabores;
una sensación de culpa
me acusó desde adentro.
Abrí la carne del higo
y una lágrima dulce
me invitó a la mesa;
las ondas de su centro
arrancaron mis raíces.
Abrí la carne del higo
y la gente minúscula
gritó desde el fondo;
los niños aseguraron
las mieles interiores.
Abrí la carne del higo
y al abrirla
no fui el mismo.