martes, 14 de julio de 2009

Dos poemas

Encúbreme en el sueño

Encúbreme en el sueño
la caída lenta del olvido
para llegar, antes del alba,
libre de miedos, alegre de sonidos.


Temo decir a oscuras,
palabra luminosa que olvidamos
desde niños.


No cedas a la pena
si el árbol es más viejo que el racimo.
Y el mundo, un infierno diminuto
para los dos: manzana y paraíso.


Sonriéndole al universo


A Bortis Basso Benelli

Viniera la noche de pronto,
abriera las puertas para entrar descalza
a contar uno a uno
agujeros
en las alas de los pájaros.

Colmara la sed.
No vaciles, hijo mío, así no
osciles, hijo rasgado,
yerba fresca arrancaron para ti de la orilla.

¡Vive de pie!

De "El amor insecto" (RIL Editores, Santiago de Chile, 2003.)