jueves, 18 de octubre de 2007

Extracto del prólogo a "De Céfiro a tormenta", poemario de Teresa Illanes

Por. C.B.B.
Cuando pensamos en el tiempo que hemos destinado quienes dedicamos la vida entera al arte poético, sólo podemos concebirlo en verso. Vivimos haciendo la caminata en un andar que no cesa. Regresamos al pasado en forma y fondo, o bien nos arriesgamos, experimentamos, anhelamos lo nuevo como cupo en la mente vanguardista el impulso por innovar. Es así como el poeta decide uno u otro recodo, desde donde adoctrinar los sentidos para que éstos le digan más sobre el misterio de la vida y de la muerte. Así lo debió pensar la poeta Teresa Illanes Bernal, quien comparte al poco tiempo de editado su primer libro de cuentos un poemario donde la experiencia vital se traduce en materia poética.
Simbólicamente, el viento y la tormenta representan la intervención divina en la vida del ser humano. Es así como el viento ha significado para las culturas la manifestación de la inestabilidad, así como también remite al “soplo divino” que nace del Espíritu y se convierte en el decir bíblico en “hálito de Dios que anima al hombre”[1]. Para los hindúes de las leyes de Manu, el viento nace del espíritu y engendra la luz.[2]No así la tormenta, que representa “la cólera de Dios y al mismo tiempo puede significar las calamidades vengadoras”[3]. Dichas connotaciones coinciden con el temple anímico del sujeto poético de “De Céfiro[4] a Tormenta”, es decir, se pasa de un estado de calma, suavidad y equilibrio a uno de desasosiego, de grito, de desconcierto y denuncia ante la realidad social y personal en la que vive o le ha tocado vivir. Esta condición va y viene de un poema a otro, pero es la increpación a Dios la que finalmente devela la intención del hablante: “Si vivir contigo no es posible/ y no estar contigo es tristeza, / de qué sirve, Señor, tanta grandeza. / ¿Para qué vivo?” He allí el centro de su desazón, de su declive hacia lo tormentoso.
2 Chevalier, Jean; Gheerbrant: Diccionario de los Símbolos, Ed. Herber, Barcelona, 1999.
[2] Idem, p. 1071.
[3] Idem, p.1070.
[4] “Céfiro: cualquier viento suave y apacible”, en: Diccionario de la Lengua Española, RAE, Edit. Espasa Calpe, Madrid, 1992.

No hay comentarios.: